domingo, 5 de enero de 2020

El DNI Electrónico, las lecciones que nos deja


El lanzamiento de la aplicación de identidad digital para dispositivos móviles (Smartphones)[1] por parte del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil RENIEC marca un cambio positivo e importante en el proyecto del Documento Nacional de Identidad Electrónico (DNIe) propugnado por esta institución como base para la identificación digital ciudadana. Al respecto, es importante anotar los diversos problemas que este proyecto ha presentado a lo largo de su desarrollo sobre los cuales puedo proponer algunas recomendaciones para mejorar el funcionamiento del ecosistema de identidad digital en el Perú.
Fig. 1 El Documento Nacional de Identidad Electrónico (https://dnielectronico.pe/)

El DNIe
En mayo del 2013, el RENIEC inició la emisión del DNIe con el propósito de reemplazar el documento DNI existente proporcionándole al mismo la capacidad de almacenamiento y procesamiento basado en una tecnología de tarjeta inteligente (Smart Card)[2], cuyo Circuito Integrado (chip) contenía la información básica para la identificación ciudadana[3]. Sin embargo, el DNIe no era solamente una mejora tecnológica del DNI anterior, sino que además pretendía ser la base de un sistema de identidad digital para el ciudadano y el instrumento principal para el desarrollo de servicios digitales[4].

La propuesta se dirigía a proporcionar a los servicios digitales de un mecanismo de autenticación digital mediante el uso de un Certificado Digital[5] para autenticación y de un mecanismo de firma digital (equivalente a la firma autógrafa) con base en un Certificado Digital para firma, ambos certificados digitales incluidos en la tarjeta inteligente. El proyecto tenía una gran similitud con el proyecto español de DNIe y era parecido a otras experiencias de identidad digital (como por ejemplo la de Estonia o Corea del Sur). 
    
Al momento, podemos considerar que el despliegue del DNIe no ha cumplido sus expectativas. A finales del 2018 el número de DNIe emitidos era un poco más de 850,000[6] y existen muy pocos servicios digitales que lo usan[7]. Además, por problemas de provisión, se detuvo temporalmente la emisión de nuevos DNIe[8]. Al momento dos últimas noticias se pueden destacar: la adquisición de más de 6 millones de tarjetas para el DNIe[9] con la opción de lectura inalámbrica[10] y el lanzamiento de una aplicación (APP) para smartphones dentro de los cuales se instalarían los certificados digitales mencionados, teniendo la misma funcionalidad de identidad digital que el DNIe.

Los problemas relacionados a su uso y despliegue surgieron desde el inicio y revelaron las limitaciones existentes en el Estado peruano para el manejo de proyectos tecnológicos complejos, especialmente aquellos que involucran transversalmente a toda nuestra sociedad. Mencionaré algunos de los problemas más resaltantes.

La complejidad de su despliegue
Todo elemento tecnológico lleva inherente una complejidad propia relacionada con su despliegue y posterior operación. Es bastante frecuente que esta complejidad sea minimizada sea por la presión de la salida al mercado o por falta de planificación. En el caso del DNIe, su emisión con todas las características indicadas es de por si un proceso complejo que requiere infraestructura especial y garantizar su integridad mediante el cumplimiento de una serie de condiciones técnicas, físicas y de procesos. Además, estas condiciones deben ser acreditadas para su validez con base a la normatividad establecida en la Infraestructura Oficial de Firma Electrónica IOFE[11] creada por el reglamento de la Ley de Firmas y Certificados Digitales.

Estas condiciones inicialmente solo fueron cumplidas en algunos locales del RENIEC en Lima y el acondicionamiento de los demás locales recién se inicia en el año 2016.[12]

La complejidad de su uso
Otro de los aspectos que se soslaya al desplegar mecanismos tecnológicos es la claridad sobre quién y cómo lo va a usar, aspecto crucial para su despliegue. El DNIe requiere para su uso de un dispositivo lector adicional, que debe ser instalado y configurado en el computador desde el cual se va a acceder a los servicios. Una revisión a las páginas de Identificación digital de Estonia[13], nos puede dar idea de esta complejidad, en donde por ejemplo los usuarios deben actualizar el software cada cierto tiempo.

En este aspecto, se me hace muy difícil concebir a un ciudadano promedio peruano adquiriendo un lector de tarjetas, configurándolo en su PC y estando al tanto de como las actualizaciones a su software base pueden afectar el uso de su DNIe.    

En el caso de España incluso se regalaron los lectores de tarjeta[14], a pesar de lo cual el despliegue no pudo cumplir sus expectativas. Para el caso peruano, se hubiera requerido un programa muy grande de alfabetización y soporte muy difícil de implementar entre nuestros ciudadanos de baja apropiación digital promedio en donde incluso el uso de las PC disminuye relativamente[15]

La gestión de la obsolescencia
Un aspecto clave en el manejo de un proyecto tecnológico es la gestión de la obsolescencia. De no tratarse adecuadamente se corre el riesgo de implementar un “legacy”[16]. Los proyectos de identificación digital usando tarjetas inteligentes se han implantado en diversos países con diversos grados de éxito. En el caso español, el despliegue se inició el año 2006 y realmente no logró cumplir con sus objetivos a pesar de los grandes esfuerzos realizados por su gobierno.[17].

En el Perú con siete años de diferencia lanzamos el DNIe, con un modelo tecnológico similar. A pesar de que la tecnología de tarjetas inteligentes sigue vigente (aunque en sus etapas finales) es claro que, debido a la demora en su lanzamiento y despliegue, el modelo de identidad digital basado en tarjeta inteligente está actualmente en camino a su obsolescencia. Globalmente los distintos países están migrando a modelos basados en smartphones[18]
   
El manejo de las expectativas sobre el uso del DNIe
Las expectativas se enfocaron en establecer que el DNIe era un instrumento indispensable para el desarrollo de servicios digitales porque era el método de autenticación y firma digital más seguro creando la sensación de que era el único que se podía usar. La realidad es que el DNIe con certificados digitales es solo uno de los muchos métodos disponibles y que de acuerdo con el nivel de riesgo implicado en las transacciones se podían usar medios más sencillos de firma electrónica[19], tal como la clave SOL (de usuario y contraseña) que permitió desplegar ampliamente los servicios digitales de la SUNAT, aunque claro sin los niveles de seguridad del DNIe.

El DNIe y los servicios digitales
La utilización del DNIe para la autenticación y firma digital en los servicios digitales requiere que estos servicios implementen los mecanismos tecnológicos y de procesos respectivos para posibilitar su uso, lo que necesariamente requiere una inversión.  Sin embargo, al no existir usuarios con DNIe (dado el limitado despliegue) la inversión no podía justificarse plenamente. Tal situación produce un falso “punto muerto”[20]: no puedo desplegar servicios digitales “seguros” porque el DNIe no está desplegado en mi población objetivo y por otro lado no puedo desplegar adecuadamente el DNIe porque no hay servicios que lo usen.

La salida es simple: Crear servicios digitales con mecanismos que todas las personas pudieran usar (por ejemplo, usuario y contraseña) e introducir progresivamente otros mecanismos, entre ellos el DNIe, mientras los instrumentos y servicios respectivos se despliegan. Afortunadamente, tanto en el gobierno como en la sociedad se plantearon otras opciones. El avance de la SUNAT en sus servicios digitales se explica por el uso de un sistema de autenticación sencillo (clave SOL) y en el caso de los servicios digitales de los bancos, por el uso de mecanismos de autenticación digital de por lo menos dos factores[21] adecuados al riesgo y uso de sus clientes.

La falta de un proyecto de Identidad Digital y de una entidad digital
El despliegue de un elemento tecnológico debe considerar todos los componentes que hacen que este elemento tecnológico pueda ser desplegado y operar; donde los más importantes son justamente los componentes no tecnológicos. Entre ellos podemos contar: la cobertura del despliegue, la preparación de los usuarios para usarlo, los servicios en donde serán usados, el soporte que se dará, entre otros. Todos estos elementos se organizan en un proyecto que es capaz de implementarlos en conjunto y progresivamente para asegurar el éxito de éste. El problema con el DNIe era que fue concebido solo desde su propio punto de vista como reemplazo del DNI anterior, con proyecciones de demanda dfíciles de cumplir,  y no consideraba los demás elementos especialmente el de los servicios que lo iban a usar.

Además, el DNIe como mecanismo usado para la identidad digital debe estar inmerso dentro de un concepto y Sistema de Identidad Digital[22] para poder ser usado efectivamente, el cual actualmente no está convenientemente definido. La definición de este sistema requiere la creación una entidad de alcance nacional que sea capaz de orquestar y regular el ecosistema de identidad digital (dentro del ecosistema digital en general), uniendo a los diferentes actores y promoviendo la creación de servicios tanto públicos como privados que utilicen a su vez los servicios de identidad digital en este ecosistema[24].

Recomendaciones para impulsar la identidad Digital y el DNIe
Con el objetivo de impulsar efectivamente el desarrollo del ecosistema digital, me permito realizar las siguientes recomendaciones:

Impulsar la creación de un Ente Rector Digital con las competencias necesarias para orquestar un Ecosistema de Identidad Digital. Este ente podría ser un Ministerio, pero como paso inmediato puede tener la forma de una Agencia Digital creada como una OTE (Oficina Técnica Especializada) que integre los ejes digitales de Infraestructura, Economía y Gobierno, y sea capaz de interactuar con las diversas entidades del Estado, del sector privado, la Academia y la sociedad civil.[25]

Crear el Proyecto de Identidad Digital peruano (bajo este ente rector), estableciendo las características generales no solo para el Estado sino para todo el ecosistema. Por ejemplo, reconociendo la presencia de varios proveedores de identidad y múltiples mecanismos tecnológicos.[26]

Fortalecer al RENIEC en sus funciones esenciales que son la Identidad Nacional y los Registros Civiles. Esta entidad debe fortificar los mecanismos de verificación de la identidad nacional que le darán la base a los proveedores de identidad digital existentes (aspecto que realiza actualmente, por ejemplo, con los bancos en la verificación de la huella digital).

Establecer un sistema de identidad digital que permita la convivencia de varios mecanismos de autenticación y firma digital que puedan ser asignados en la medida del riesgo de la transacción asociada.[27]

Mantener el DNIe en tarjeta inteligente como una mejora del DNI anterior, pero utilizando certificados digitales sólo a solicitud del usuario.

Darle prioridad a la aplicación de identidad nacional en smartphones como la base de la creación de servicios digitales, enmarcado en el Proyecto de Identidad Digital con la participación de los diferentes involucrados públicos y privados que puedan generar los servicios necesarios para su utilización.

Conclusión
El desarrollo del ecosistema digital debe verse como un esfuerzo conjunto de múltiples actores tanto en el Estado como el sector privado, la academia y la propia sociedad civil. Cualquier entidad del Estado debe entender que no está aislada y que para desplegar servicios tecnológicos es necesario crear previamente los mecanismos institucionales que lo permitan, especialmente si estos servicios atraviesan o impactan a toda nuestra sociedad.   





[2] Tarjeta con circuito integrado (TCI) que permite la ejecución de cierta lógica programada. La usada por el DNIe era una con microprocesador, sistema operativo Java Card, capacidad criptográfica y memoria EEPROM de 144Kb (fuente: RENIEC). 
[3] El DNIe contiene cuatro aplicaciones de software: i) la aplicación de identidad eMRTD ICAO, ii) la aplicación de firma digital PKI, iii) la aplicación de autenticación biométrica por huella dactilar Match-on-Card y iv) una cuarta aplicación de tipo genérico para aplicación futura (fuente: RENIEC).
[4] El desarrollo del proyecto se puede consultar en http://www.reniec.gob.pe/portal/pdf/01_dnie.pdf
[5] Documento electrónico generado y firmado digitalmente por una entidad de certificación, la cual vincula un par de claves con una persona determinada confirmando su identidad. Usa una técnica de criptografía asimétrica.
[6] Según estadísticas de RENIEC el número total al 2018 era de 858,484. https://portales.reniec.gob.pe/web/estadistica/identificada
[9] Licitación LP-SM-7-2018-RENIEC-1 para adquirir 6,689,390 Tarjetas inteligentes adjudicada al Consorcio Indra Smart por S/. 55,860,320 según acta de buena pro del 17 de abril del 2019
[10] De acuerdo con la norma ISO/IEC 18092 NFC, según los documentos de la licitación LP-SM-7-2018-RENIEC-1
[11] Sistema confiable, acreditado, regulado y supervisado por la Autoridad Administrativa Competente, provisto de instrumentos legales y técnicos que permiten generar firmas digitales y proporcionar diversos niveles de seguridad respecto de:  1) La integridad de los documentos electrónicos; 2) La identidad de su autor, lo que es regulado conforme a Ley (reglamento de la Ley 27269 de Firmas y Certificados Digitales, DS 052-2008-PCM)
[12] Actualmente se cuenta con cerca de 58 locales a nivel nacional que están certificados para emitir DNIe (fuente INDECOPI)
[16] Un sistema heredado (o sistema legacy) es un sistema informático (equipos informáticos o aplicaciones) que ha quedado anticuado pero que sigue siendo utilizado por el usuario (generalmente, una organización o empresa) y no se quiere o no se puede reemplazar o actualizar de forma sencilla (fuente: Wikipedia)
[18] Estonia ha desarrollado varios servicios de identificación uno de ellos con dispositivos móviles (Mobiil-ID, https://www.id.ee/index.php?id=36881). En Corea del sur evolucionan permanentemente y actualmente desarrollan sistemas de autenticación biométrica basada en móviles usando en lo interno certificados digitales bajo el estándar de la Alianza FIDO "Fast Identity Online"  (K-FIDO, https://es.slideshare.net/FIDOAlliance/bioauthentication-fido-and-pki-trends-in-korea)
[19] Cualquier símbolo basado en medios electrónicos utilizado o adoptado por una parte con la intención precisa de vincularse o autenticar un documento cumpliendo todas o algunas de las funciones características de una firma manuscrita (Ley 27269 de Firmas y Certificados Digitales).
[20] Se suele entender como “deadlock”
[21] Para una autenticación segura, se menciona que se deben usar métodos que combinen hasta tres factores:  algo que el usuario sabe (por ejemplo, contraseña), algo que el usuario tiene (por ejemplo, token, tarjeta, etc.) y algo propio de él mismo (por ejemplo, huella digital)
[22] Realmente debería mencionarse como Ecosistema de Identidad Digital
[24] Si bien, según el DU Nº 006-2020 que crea el Sistema Nacional de  Transformación Digital esa entidad es la Secretaría de Gobierno Digital SEGDI  de la PCM, queda la duda de cómo esta entidad  podría enfrentar este reto al ser una oficina que reporta a la Secretaría General de la PCM.   
[25] Existe la opción de convertir a la SEGDI en este ente rector digital transformándola en una Agencia Digital con todas las competencias y empoderamiento del caso.    
[26] Las características de este ecosistema las describí en el artículo siguiente: https://consensodigital.blogspot.com/2017/06/la-identidad-y-autenticacion-en-los.html. Si bien existe un nuevo plan de masificación del DNIe, este sigue el mismos enfoque anterior.
[27] Extraoficialmente tengo conocimiento del desarrollo de un sistema de identificación  y autenticación en el Estado con estas características, lo cual sería un buen punto de inicio.