domingo, 25 de septiembre de 2016

El Perú y la Transformación Digital

La Transformación Digital

En todos los sectores empresariales se habla de una u otra forma de la transformación digital y como ésta puede definir la permanencia de las empresas en sus mercados. La transformación Digital se puede entender como el cambio de los modelos de negocio (es decir de la forma como las empresas entregan valor a sus clientes) basado en la aplicación de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones TIC.

Las TIC  han ido penetrando y cambiando los procesos económicos, productivos  y  sociales afectando todos los ámbitos de nuestras comunidades. Además, actualmente estamos en los inicios de lo que se ha denominado la 4ta Revolución Industrial, en donde la confluencia de varias tecnologías (Internet de las cosas, Inteligencia Artificial, Robótica, Fabricación Aditiva, entre otras) amenaza con transformar profunda y traumáticamente nuestras sociedades.

La mayor parte de los Estados han entendido que este proceso los afectará en gran medida y han desarrollado políticas públicas que buscan que sus países se inserten dentro de este proceso de cambio con diversos enfoques, con diversas herramientas y con diversos resultados. Lo cierto es que los que lo han enfrentado oportunamente pueden ofrecer avances importantes en este tema (podemos citar el caso de Uruguay como ejemplo de Latinoamérica).

Los riesgos de no insertarnos adecuadamente en la Transformación Digital

Se debe entender que la Transformación Digital afectará inevitablemente al Perú y que este proceso global conlleva riesgos que deben ser afrontados. El primero de ellos está asociado a que no podamos integrarnos efectivamente a los nuevos procesos productivos haciendo que nuestro país pierda competitividad de forma acelerada. Por ejemplo, una PYME que no usa adecuadamente la tecnología y que no puede insertarse en el mercado global,  o por otro lado una transnacional que no implementa una sede en Perú sino en un país vecino por falta de las condiciones de redes o capacidades laborales. Ambos casos, de alguna forma ocasionarían una disminución del empleo y de las condiciones de vida.

Un segundo riesgo está referido a la exclusión. De no mediar políticas que hagan que el acceso,  asequibilidad, uso y apropiación de las tecnologías favorezca a todos los sectores, se presentará la exclusión digital que acentuará los efectos de la exclusión social. Simplemente, nuestros jóvenes de sectores no favorecidos no serán competitivos en esta nueva sociedad.
http://www.aprender20.es/periodico/node/593
Un tercer riesgo va hacia no cubrir la demanda social de los sectores jóvenes y emergentes. Principalmente, si el Estado no cubre las demandas de servicios digitales que estos sectores van a demandar se producirá un alejamiento de los ciudadanos con el Estado con sus lógicas consecuencias en la inestabilidad política.
Las consecuencias de estos efectos se traducirían en: incremento de la desigualdad, incremento de la pobreza e incremento de la conflictividad social y política,  con un resultado final que por ahora no podríamos predecir.

La situación actual del Perú en el Desarrollo Digital

El Perú se encuentra en un rango medio de desarrollo digital o digitalización (proceso por el cual un país absorbe las TIC para su desarrollo) respecto a los países latinoamericanos[1] (por debajo de  Chile, Colombia, México y Ecuador)  y si bien existen expectativas de crecimiento los índices globales más bien apuntan en lo contrario, siendo que en el índice de desarrollo digital de la Unión Internacional de Telecomunicaciones UIT hemos descendido del puesto 91 en el 2010, al puesto 104 en el 2015[2], mientras que por ejemplo nuestro vecino Colombia subió del puesto 83 al 75.
Índice de Desarrollo TIC - UIT
Al margen de los indicadores globales y los estudios realizados,  observamos claramente que el uso y apropiación de las TIC en el Perú está por debajo de lo que un país de nuestro nivel debería tener. Las TIC no son herramientas comunes de productividad en las PYME; y en el caso de los ciudadanos,  si bien existe un crecimiento importante de “smartphones”,  éstos aún se concentran en lo recreativo de los dispositivos. Pero lo más evidente es el caso del propio Estado, en donde a pesar de avances importantes (por ejemplo, Factura Electrónica) una gran cantidad de entidades siguen trabajando con procedimientos y servicios basados en papel y en donde la introducción de tecnología mejoraría la situación en forma importante.

Lo más relevante, sin embargo, es que el Estado no tiene una Política de Desarrollo Digital[3] y además no tiene la institucionalidad para definirla y ejecutarla, más allá del desarrollo de la infraestructura de comunicaciones. La falta de una Política en este sentido es muy difícil de explicar en un contexto donde casi todas las naciones reconocen su importancia y han creado mecanismos institucionales para afrontarla (por ejemplo, el Ministerio TIC colombiano o la Agencia de la Sociedad de la Información y del Conocimiento AGESIC del Uruguay).

Cómo afrontar el Desarrollo Digital en el Perú

El primer punto es cambiar el círculo vicioso creado por la falta de institucionalidad y de política  a partir de una visión y liderazgo claros.   El reconocimiento del más alto nivel decisor del país de que debemos insertarnos dentro de las Sociedades Avanzadas a través del Desarrollo Digital es clave para romper este círculo.


A partir de este Liderazgo es necesario crear los instrumentos necesarios para poner en marcha la transformación:
  • Política Digital
  • Arreglo Institucional
  • Plan Digital Perú

La Política Digital implica definir el conjunto de acciones estratégicas que deberán desarrollarse en el marco de insertar a las TIC en todos los estamentos de la sociedad. La gran característica de la Política TIC es que es transversal a todos los sectores y que es el sostén del desarrollo de los mismos. Dentro de esta política se incluye, por ejemplo:
  • Acceso y Asequibilidad de la infraestructura (redes, dispositivos y servicios)
  • Alfabetización Digital de los Ciudadanos para el uso de las TIC
  • Apoyo a las MIPYME para uso de las TIC
  • Desarrollo de la Industria TIC
  • Gobierno Digital
  • Derechos de los ciudadanos en Internet, entre otros     

Pero además soporta a los demás sectores, como por ejemplo:
  • Política Digital para Educación
  • Política Digital en Salud
  • Incremento de la Formalidad y Productividad a través del Uso y apropiación de las TIC
  • Mejora de los servicios básicos (agua, luz, etc.)
  • Seguridad Ciudadana con soporte digital, etc.

El Arreglo Institucional implica definir la organización y las reglas que permitan que la política pueda desplegarse. En este caso deberán cubrirse los siguientes aspectos:
  • Estratégico, de definición y coordinación de políticas con otros sectores
  • Implementación de las Políticas y Planes de Desarrollo Digital
  • Operación de los Servicios
  • Financiamiento del desarrollo digital

En principio se presentan tres áreas funcionales que deberán enfrentarse en el arreglo:
  • Infraestructura de TIC. Para el despliegue de la infraestructura (por ejemplo de Telecomunicaciones)       
  • Desarrollo de la Economía Digital. Para que las TIC efectivamente penetren los procesos productivos y sociales.
  • Gobierno Digital. Para la transformación del propio Estado. 

Existen varias opciones para el desarrollo del arreglo institucional que pueden conjugar estos requerimientos además que pueden implantarse progresivamente. Desde un Viceministerio TIC, hacia una Agencia Digital o incluso un Ministerio de las TIC.

Modelo de Arreglo Institucional (Fuente: CNC y elaboración propia)
Finalmente el desarrollo digital deberá contar con un Plan Digital Perú que establezca los objetivos, entregables, responsables y recursos para ejecutar las diversas acciones necesarias (como referencia podemos nombrar al Plan Vive Digital de Colombia[4]). 

Conclusión

Si realmente queremos alinear el desarrollo del país hacia el futuro será necesario definir una Política de Desarrollo Digital e implantar una Institucionalidad mínima.  Si bien, puede no parecer urgente de acuerdo a la visión de los problemas nacionales su importancia es tal que no definirla y ejecutarla nos haría asumir muy altos riesgos de cara a este futuro que deseamos todos.

La definición e implementación de esta política e institucionalidad  no debería ser ya un tema de discusión: Los argumentos que abonan por su desarrollo son amplios tanto desde puntos de vista económicos como sociales o desde la perspectiva de expertos o profesionales.  Por otro lado los representantes de la sociedad civil la reclaman insistentemente.

Es  necesario que en los sectores políticos y decisores se entienda claramente que éste no es un tema de infraestructura o tecnología sino que se trata de enrumbar el país hacia el desarrollo con las demandas del siglo XXI.







[1] Ver Estudio CNC Impacto del Arreglo Institucional TIC en Perú, R Katz, CNC
[3] Si bien se tiene la Agenda Digital peruana del 2011, se considera que esta no se convirtió en una Política de Estado. 
[4] http://www.mintic.gov.co/portal/604/articles-5193_recurso_2.pdf