lunes, 6 de agosto de 2018

El Discurso del Presidente y el Sector Digital

La revisión del discurso presidencial peruano del último 28 de julio del 2018 confirma las conclusiones sobre el Sector TIC (o Sector Digital) que de alguna forma he podido revisar en mi labor en entidades tales como el Consejo Nacional de la Competitividad CNC y la Comisión Multisectorial Permanente para el seguimiento y evaluación de “Plan de Desarrollo de la Sociedad de la Información en el Perú” CODESI.

  • En el Perú no se ha definido claramente una Política Digital de Gobierno dirigida hacia el desarrollo del país
  • No hay en el Estado Peruano algo consolidado como Sector Digital
  • La Alta Dirección del Gobierno aún debe mejorar su conciencia del impacto sobre el país de los procesos de digitalización de las sociedades 


Si bien se mencionan algunos temas “digitales” en el discurso, estos son de infraestructura o de aplicaciones específicas, lo cual confirma además la visión instrumental y técnica (no política y de desarrollo) en que se le ubica al desarrollo tecnológico.

El Discurso del Presidente Vizcarra del 28 de Julio del 2018  evidencia la ausencia de una Política Digital
Al respecto, algunos comentarios específicos relacionados a temas digitales:

Lucha contra la corrupción
Se establece la intención de “un proceso radical y profundo por hacer accesible y transparente toda la información que por su naturaleza es pública pero que muchas veces se encuentra oculta o desactualizada.”

Si bien no es dable mencionar en este discurso los mecanismos específicos, la digitalización de los procesos del Estado es clave para dicha transparencia y pudieron ser mencionados, en algo así como: “Impulsaremos agresivamente la digitalización de los procesos del Estado”.

La omisión del tema digital puede ser porque éste se considera intrínseco o porque no se le conoce realmente. De mi experiencia laborando en el Estado, me inclino por lo segundo

Reforma Judicial
Igualmente indica profundizar la transparencia: “Propongo al Congreso de la República introducir obligaciones expresas en la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública para que las instituciones judiciales divulguen más información en sus portales institucionales”.

El enfoque debería dirigirse a digitalizar todo el Sistema de Justicia (incluyendo a Policía, Ministerio Público y Poder Judicial) haciéndolo realmente transparente (sin violar la reserva del proceso). Mientras miles de expedientes pululen en los pasillos de las instituciones no habrá justicia. Se pudo aprovechar esta oportunidad para indicar algo como: “Incluiremos en la propuesta de reforma la digitalización e interconexión de todo el Sistema de Justicia”.


Economía y Sectores Productivos
El discurso menciona la importancia de la competitividad: “La competitividad es un elemento clave para garantizar el progreso y el desarrollo del país y proyectarlo hacia el futuro. Propongo hoy en el Parlamento un consenso para hacer de la competitividad un objetivo nacional.”

El problema es que la competitividad no se puede mejorar sino se afronta la digitalización. El desarrollo de las tecnologías digitales actuales impulsa la productividad y competitividad en niveles que incluso no podemos comprender cabalmente. Si no tenemos políticas digitales (y el “nuevo” Plan de Competitividad y Productividad” no los tiene), no habrá forma real de mejorar.

También se menciona “nos proponemos impulsar el desarrollo productivo y empresarial de las Micro y Pequeñas Empresas, a través de una mejora del sistema de compras estatales, calidad de los productos, reducción de costos de financiamiento y promoción de la formalización laboral”.

En general el discurso se centra en los sectores primarios exportadores sin mención precisa a los temas de industrialización y ausencia de la industria digital.  

Es cierto que hay muy poco que mencionar en temas de industrialización, pero sin políticas de impulso a los ecosistemas digitales en los sectores productivos en base a una política industrial definida, las acciones mencionadas (por ejemplo, para las MIPYME), serán limitadas y de poco efecto.

En este caso es necesario formular una visión de desarrollo del país, hubiera sido motivante que el presidente dijera algo así como: “analizamos cuidadosamente el desarrollo de la economía digital y su impacto en nuestra sociedad para determinar las políticas convenientes a aplicar en nuestro plan de competitividad y productividad”.

Transportes y Comunicaciones
Si bien menciona los Proyectos de Desarrollo de Redes de Alta Velocidad para las regiones y los nuevos proyectos para la Amazonía, cruciales para el desarrollo, su foco es solamente de infraestructura. Esta plenamente demostrado que poner la infraestructura digital no basta para que se usen efectivamente, así que es necesario desarrollar políticas de aprovechamiento y apropiación, que en realidad escapan a este sector.

Mención aparte es el hecho que nuestra Ley de Telecomunicaciones data del año 1991 y no parece haber intención de actualizarla.

También hay una ausencia de enfoque digital en el sector transporte. Hubiera sido interesante que se mencione el impulso a Sistemas Inteligentes de Transporte como una política del sector.

Educación
Una de las principales conclusiones que surgen si se hace un análisis serio de la situación de la educación peruana, es que una política base es la digitalización del proceso de enseñanza incluso más allá del aula e involucrando decididamente a los profesores. Si bien hay serios problemas de infraestructura a resolver, esto no debe ponerse como prerrequisito para el desarrollo correcto de una Política de Educación Digital. El discurso no entra en este aspecto y el sector de educación no debería perder más tiempo en desarrollarlo. 

Salud
Es un gran avance la interconexión de hospitales, la Telesalud y el desarrollo de sistemas para la Historia Clínica Electrónica.

La sugerencia es pasar del enfoque de telesalud y sistemas de información, para ir al concepto de e-salud (e-health), que engloba un conjunto de políticas más allá de lo instrumental. El sector salud no solo contempla al Estado sino a muchas instituciones prestadoras y aseguradoras, configurando un gran ecosistema de salud.

Políticas efectivas de desarrollo pueden integrar digitalmente aseguradoras y prestadoras en un sistema abierto de servicios diseñado para mejorar la salud en general de los ciudadanos con foco en la prevención y que además puede implantar sistemas de trazabilidad a nivel de cada persona con problemas de salud específicos, como por ejemplo la desnutrición crónica infantil.

Otros sectores
Si bien un discurso de este nivel debe quedar en un plano general, se podrían hacer algunos señalamientos que indiquen que el aspecto digital está presente en los sectores (que solo podemos asumir como existente). Aspectos como el desarrollo digital de las ciudades, la participación ciudadana basada en herramientas digitales o la integración de tecnología en los temas de seguridad pudieron ser incluidos o mencionados.

El caso cultural es un tema aún más sintomático, se plantean desarrollos basados en radio y televisión (se entiende que es por cuestión de acceso) pero se omite el uso de todas las otras herramientas digitales (por ejemplo, las redes sociales) que pueden ayudar mucho más a desarrollar la interculturalidad que programas pasivos de radio difusión. En un futuro se podría mencionar el desarrollo de las industrias creativas, que configuran una gran oportunidad para países poco industrializados como el nuestro.

Por último, uno de los aspectos prioritarios establecidos por la Alianza del Pacífico es su Agenda Digital, el problema es que aún no hemos podido actualizar la Agenda Digital Peruana.

Conclusión
En temas digitales la impresión es que en realidad estamos retrocediendo. Los proyectos mencionados tienen ya años en desarrollo (por ejemplo, el Sistema de Mensajería de Alerta Temprana SISMATE) y presentan un lento avance.

La falta de un sector digital en el Estado explica la ausencia de políticas específicas y de que no exista un organismo capaz de desplegar la Política Digital del Acuerdo Nacional en el Estado y la Sociedad.

Puede que las urgencias del Gobierno sean prioritarias y los temas de coyuntura cruciales, pero descuidar el tema digital implica descuidar el desarrollo futuro del Perú. Es de esperar que en el año que sigue tal situación pueda ser corregida y empecemos a construir  de verdad un Perú del siglo XXI

jueves, 2 de agosto de 2018

Transformación digital para el desarrollo sostenible del Perú

(Artículo publicado en la revista Stakeholder)


La digitalización es el proceso donde la interrelación entre la población, sea esta social, económica o política, se realiza cada vez más a través de una tecnología digital, como es el caso de Internet. Este proceso en expansión y profundización afecta a toda la sociedad en mayor o menor medida y puede llegar a definir, dependiendo de cómo lo asuma cada país, su desarrollo futuro.

En este sentido, la transformación digital, que es la forma mediante la cual una organización se adapta a este proceso, es clave para que el empresariado y cada Estado puedan sumarse a esta corriente de desarrollo o quedarse a la zaga en el mercado y el progreso mundial

Fig. 1 Es urgente un proceso de transformación digital para superar nuestro lento progreso digital que nos pone en desventaja con respecto al resto de América Latina y el mundo

La digitalización

La tecnología digital ha evolucionado aceleradamente en poco tiempo, cambiando desde la forma cómo una persona (y también una máquina) intercambia información hasta una simple actividad cotidiana como la forma de pago en una tienda. En Suecia el pago electrónico está desplazando al pago con dinero en efectivo: por una persona que paga con papel moneda, hay cinco que lo hacen por vía electrónica.

La confluencia de una amplia variedad de tecnología digital (inteligencia artificial, big data, computación en la nube, internet de las cosas, fabricación aditiva, robótica, social media, tecnología 5G y blockchain) ha conducido a la humanidad a un punto de inflexión que la historia ha decidido llamar la Cuarta Revolución Industrial.

La adaptación tecnológica del Perú

El Perú no ha sido exitoso en su inserción a cada ola de cambio tecnológico que se ha producido en el mundo: se unió tardía e incompletamente a la Primera, Segunda y Tercera Revolución Industrial. Como consecuencia, terminó convirtiéndose en un consumidor limitado de tecnología que no es capaz de aprovecharla para impulsar su productividad (muy baja para nuestro nivel de ingreso medio) y su competitividad, limitando su capacidad de crear progreso. 

Para que el Perú tenga un desarrollo sostenible es esencial que se inserte de lleno en la digitalización mundial, enrumbando adecuadamente su proceso de transformación digital. De no hacerlo, se enfrentaría a una acelerada pérdida de competitividad, la cual implicaría el aumento de la brecha digital interna y externa, y la acentuación de la exclusión y la desigualdad social, que traerían como cola la disminución del ingreso, la elevación de la tasa de desempleo y el incremento de la pobreza y la inequidad.

El reto para el Perú

Actualmente, la evidencia confirma que la digitalización no es un tema que está en la agenda del sector público y el sector privado. De serlo, se tendría una entidad en el Estado encargada de su desarrollo (como el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de Colombia) o una organización privada dedicada a su impulso (como el País Digital de Chile). 

En este escenario, el reto para el Perú pasa por ser capaz de realizar un «recableado cerebral», dejando de lado el recetario del siglo XX y entendiendo que lo digital no es un tema complementario, sino que es una necesidad en este siglo XXI.

Por ello, establecer una visión, asumir el liderazgo desde el Gobierno y la empresa privada, y construir una institucionalidad que permita ejecutar un plan concreto para fomentar la transformación digital del Perú se hace imprescindible para iniciar el camino hacia un desarrollo sostenible.

Conclusión

La digitalización es imparable. El Perú requiere de un proceso de transformación digital que lo haga capaz de insertarse en esta nueva ola de cambio tecnológico, lo cual es indispensable para alcanzar un desarrollo sostenible. La sociedad en su conjunto debe asumir esta tarea y debe exigirle al Estado y al sector privado a dejar de lado el cortoplacismo para que trabajen en el nivel de acción que le corresponde a cada uno. 

La Digitalización y la Transformación Digital

(Artículo publicado en el Portal de DN Consultores)


¿Qué tienen en común la empresa General Electric GE y la Selección Peruana de Fútbol? A primera vista uno diría que absolutamente nada, estamos en principio hablando de uno de los más grandes conglomerados industriales del mundo con ingresos de miles de millones de dólares y por otro lado una organización deportiva que si bien ha logrado un logro importantísimo al clasificar al Mundial de Futbol, ha estado muy venida a menos en las últimas décadas. Sin embargo, salvando las diferencias, ambas se embarcaron en un proceso de cambio, un proceso de transformación digital.

Fig. 1 El liderazgo es clave en un proceso de transformación digital (Ricardo Careca y Jeff Immelt)


La Digitalización

El concepto de Digitalización puede ser algo confuso en nuestra sociedad. Muchos lo asocian con el convertir un flujo de información en formato analógico (en donde la información se representa por valores continuos) a un formato digital (en donde la información se representa sólo por dos valores, 0 y 1). De esta forma por ejemplo se dice que digitalizamos un documento cuando lo escaneamos para usarlo en formato electrónico digital en una computadora. Siendo una definición correcta, no es la que nos interesa.

El término Digitalización se está usando cada vez más para referirse a la forma como las tecnologías digitales han ido transformando a la sociedad contemporánea. En ese sentido, la digitalización debe entenderse como un proceso de cambio progresivo en la manera como las personas nos interrelacionamos, es decir, es un proceso de cambio económico, social y político.  Las Tecnologías Digitales han evolucionado aceleradamente desde los años cincuenta desde la aparición de la primera computadora digital comercial (la UNIVAC I) y principalmente con la expansión del Internet. En el momento actual, la confluencia de varias tecnologías (Inteligencia Artificial, Big Data, Computación en la Nube, Internet de las Cosas, Fabricación Aditiva, Autos Autónomos, Robots y Drones, Social Media, Comunicaciones 5G, Blockchain, y otras) nos conduce a un punto de inflexión en donde aún no se tiene claro el impacto de éstas sobre nuestras sociedades.

GE, la nueva Industria Digital

Fue en el año 2001 que Jeff Immelt asume la conducción de la General Electric e inicia el proceso que transformó radicalmente a este gran conglomerado industrial[1].  Uno de los aspectos que GE notó claramente es que la ventaja competitiva en la manufactura se estaba desplazando hacia la utilización de sensores embebidos en las máquinas, los que producían datos que eran colectados y analizados produciendo información valiosa para la empresa y sus clientes. De esta forma GE se enfoca en crear “smart, connected products” (por ejemplo, una turbina de viento en la que un problema técnico puede ser corregido antes que ocurra).  Para poder procesar la información de los múltiples productos conectados GE necesitaba un sistema apropiado, por lo que decide crear PREDIX, una plataforma de aplicaciones para el nuevo internet industrial en donde clientes y asociados pueden desarrollar las soluciones para este nuevo entorno con diversos tipos de tecnologías.  Naturalmente, esta nueva orientación obliga a desarrollar nuevas capacidades tecnológicas entre ellas las de desarrollo de software por lo que crean un gran centro de desarrollo en California y duplican la inversión en I&D además de incursionar decididamente en la Manufactura Aditiva.

Es claro que este nuevo enfoque requiere a su vez una transformación de la organización así que se hicieron varios cambios, como enfocar su portafolio hacia productos de alta tecnología o basados en manufactura, crear la empresa GE Digital para su plataforma de productos digitales, expandir su presencia global dando más poder de decisión a sus organizaciones regionales y locales, además, de dar un nuevo impulso a la organización haciéndola más ágil y descentralizada.

Si bien GE enfrenta en estos momentos problemas financieros, se reconoce ampliamente el aporte de Immelt, quien dejó el cargo en el 2017, al transformar a GE desde un conglomerado industrial propio del siglo XX a un nuevo modelo industrial digital, a la que incluso la llamaron la start-up de 125 años. Como dice el propio Immelt, fue necesario un periodo de recableado cerebral para llegar al entendimiento que el mundo está cambiando y que la supervivencia de la compañía depende de anticipar este cambio y estar a la vanguardia respecto a aquellos que sólo reaccionan al mismo

La tecnología y la Selección de Fútbol del Perú

Viendo los partidos de la selección peruana en nuestros televisores o en el Estadio, hemos sido capaces de advertir un cambio positivo en el desempeño tanto individual como colectivo del equipo, llegando a obtener el resultado de la clasificación al mundial de fútbol que nos fue esquivo por 36 años. El resultado, no ha sido fruto de la casualidad o la inspiración sino del trabajo profesional y dedicado que implementó nuevas técnicas, técnicas digitales, a los procesos de trabajo de la selección.

Bajo un proceso progresivo[2], se implementaron acciones como: observar los partidos de casi todas las ligas del mundo, evaluar jugadores locales con cámaras y análisis de los datos de juego, crear una base de datos con la información de desempeño futbolístico de los jugadores basado en variables de juego seleccionadas, evaluar  al equipo por rendimiento o por posición con sistemas de Tracking, realizar análisis estadísticos de los jugadores  tanto propios como rivales, entre otras, que soportaron largamente las decisiones del comando técnico, las cuales pasaron de ser intuitivas a estar sustentadas por información.

Todo esto implicó un cambio en los procesos de trabajo de la selección que a su vez requirió un cambio de mentalidad de los directivos y la contratación de personal con nuevas habilidades (la analítica de datos) en un proceso de transformación y adaptación considerando, además, que estas herramientas son utilizadas también por las demás selecciones competidoras.

Si bien este proceso no fue necesariamente planificado y no podemos decir que la clasificación al mundial se debió exclusivamente a estas herramientas, si se puede afirmar que implicó un cambio de la forma de trabajo de la selección que elevó la competitividad del equipo y en consecuencia sus probabilidades de lograr resultados exitosos.

La Transformación Digital

En ambos casos vemos como dos entidades con alcances, estructuras, negocios y motivaciones completamente diferentes se adaptan a un nuevo ambiente competitivo donde la utilización de las tecnologías digitales marca claramente la diferencia. El proceso de cambio denominado Transformación Digital, sin embargo, va más allá de la tecnología e implica un claro liderazgo y una transformación de la propia organización.  

El cambio parte de ser conscientes del impacto de la tecnología en sus sectores o sectores afines y como éste afectará sus modelos de negocio. La adecuación al entorno implicará necesariamente revisar y probablemente redefinir los productos y servicios, la interacción con los clientes, la estructura organizacional, los procesos, las relaciones internas, la asignación de recursos y en general la cultura de la organización.

Para una empresa, tal como la GE, este cambio define su futuro y su posición en el mercado. Para las organizaciones en general incrementa las posibilidades de obtener los resultados que sus principales grupos de interesados esperan.

Para un país, el tema es bastante más complicado.  En principio, requiere establecer una visión y definir el conjunto de políticas públicas que le permitan afrontar como tal el proceso creciente de digitalización (por ejemplo, en sus sistemas educativos). Por otro lado, los estados deben encaminarse hacia su propio proceso de transformación digital, por ejemplo, para ser capaces de entregar mejores servicios públicos alineados a las expectativas de una nueva clase de ciudadano, el ciudadano digital.

Conclusión

La digitalización es un proceso económico, social y político que no se puede parar, tendrá múltiples detractores e incluso negadores pero sus consecuencias ya las estamos viviendo en nuestro día a día y inexorablemente tendrá impacto en nuestra competitividad, empleo y en general nuestro desarrollo.

Las empresas, de todo tamaño y naturaleza, deberán establecer una estrategia de cómo afrontarla y en la medida de su impacto, accionar adecuadamente. No hacerlo, puede poner en riesgo su propia presencia en los mercados.

Como país, en el Perú no podemos estar ajenos (como actualmente estamos) a este proceso y urge TOMAR ACCIÓN. Debemos definir la visión y las políticas digitales, construir la institucionalidad que sea capaz de implementarlas y darle mucho mayor impulso al proceso de transformación digital del Estado.


[1] inside GE’s transformation, Harvard Business Review, september–october 2017 issue
[2] El Camino a Rusia, Umberto Jara, Editorial Planeta, 2018