domingo, 3 de noviembre de 2019

El Plan de Trabajo del Gabinete Ministerial y el Sector Digital


El 30 de octubre del 2019 el presidente Martín Vizcarra y el primer ministro Vicente Zeballos expusieron su plan de trabajo y medidas del Gabinete Ministerial para lo que queda del presente gobierno[1]. Entre las diversas acciones enumeradas en esta presentación cabe destacar aquellas que están directamente relacionadas con el desarrollo digital del país y que es necesario comentar enlazándolas con el discurso presidencial del 28 de Julio del 2018 tratado en un artículo previo de este blog[2].
El Presidente y el Primer Ministro presentan el Plan del Gabinete

Sobre lo digital y el desarrollo del país
El primer aspecto para resaltar claramente es el avance respecto a la conciencia del gobierno sobre el impacto de la digitalización en el país. En el plan se menciona: “Hoy el mundo experimenta una revolución digital. Esta revolución está permitiendo a los gobiernos aprovechar el avance de las tecnologías digitales para elevar la competitividad de los países, fomentar la prosperidad económica de sus ciudadanos y reducir posibles hechos de corrupción”.

Es realmente la primera vez que un discurso de un primer ministro menciona el hecho clave de la transformación digital y es importante reconocer firmemente este avance. El cambio digital parte notoriamente de una decisión política y el reconocimiento a este nivel es un primer paso decisivo.

Sin embargo, hay varios aspectos que aún quedan pendientes. Entendiendo que la presentación debe organizarse en los ejes del plan de gobierno no queda claro porqué el tema digital es incluido en el eje de “Lucha contra la Corrupción” y menos aún en un acápite de “Transparencia y Cercanía a la Ciudadanía”. Hubiera sido más apropiado incluirlo como un tema independiente dentro del eje “Crecimiento Económico” o incluso el de “Desarrollo Social”.

Otro aspecto que se desprende del párrafo es que la revolución digital mencionada se enfoca en el plano del gobierno y no en el de toda la sociedad. Si bien puede parecer trivial este concepto es  en realidad fundamental; la revolución digital no es instrumento de los gobiernos, es un cambio económico, social y político al cual los gobiernos deben contribuir desde sus diferentes atribuciones.

Mi interpretación sobre estos dos puntos es que si bien se ha avanzado en la conciencia de que la revolución digital existe aún no se comprende cabalmente su naturaleza e impacto y será necesario ampliar la visión de ésta y su rol en el desarrollo del país.

Sobre la Estrategia de Transformación
El plan de trabajo presenta una estrategia de transformación con 4 ámbitos de trabajo: la economía digital (Ministerio de la Producción PRODUCE), la educación digital (Ministerio de Educación MINEDU), la conectividad digital (Ministerio de Transportes y Comunicaciones MTC) y el gobierno digital (Presidencia del Consejo de Ministros PCM); y además menciona la creación futura de un Sistema Nacional de Transformación Digital.

Para entender las estrategias de transformación de los países podemos remitirnos al Informe de fortalecimiento Institucional de las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC) encargado por el Consejo Nacional de la Competitividad CNC el año 2014[3].  Este estudio elaboró una propuesta de arreglo institucional basado en el diagnóstico de la situación en el Perú y la comparación de casos internacionales en varias dimensiones. La propuesta fue claramente la de implantar un modelo centralizado basado en una entidad con alto empoderamiento, en principio un Ministerio de las TIC (como el caso colombiano) o alternativamente una Agencia (como el caso uruguayo), con muchas ventajas sobre un modelo descentralizado como el propuesto por el Plan de Trabajo del Gobierno.

Ante un Estado con una baja capacidad de coordinación, la descentralización de las responsabilidades del desarrollo digital en cuatro entidades (echando en falta algunas otras, como el Ministerio de Vivienda) lo dispersa y ralentiza, haciéndole perder efectividad. Además, esas propias entidades aún tienen muchos aspectos pendientes en sus propias competencias que deben resolver. Por ejemplo, PRODUCE aún debe revisar su política de innovación y de diversificación productiva, así como entender cómo articularlas con el desarrollo digital; por otro lado, el MTC aún no resuelve el tema de la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica, básico para el desarrollo digital.

La creación del denominado Sistema Nacional de Transformación Digital no mejoraría sustancialmente las cosas. Si bien los Sistemas Funcionales son indicados en la LOPE[4] como un mecanismo para asegurar el cumplimiento de políticas públicas que requieren la participación de todas o varias entidades del Estado, no tienen en la práctica la fortaleza necesaria para una articulación efectiva. Por ejemplo, el Sistema Nacional de Informática, cuyo ente rector es la Secretaría de Gobierno Digital SEGDI de la PCM, existe desde el año 1990[5] y aún requiere consolidarse.

En este aspecto la propuesta de una entidad (Ministerio o Agencia) que centralice la política de desarrollo digital en el Perú convirtiéndose en un ente rector empoderado es largamente la más conveniente.  

Sobre Otros aspectos
El Plan de Trabajo menciona otros aspectos puntuales, como son: desarrollo de infraestructura de telecomunicaciones y plataformas digitales para incrementar la cobertura de servicios financieros, la implementación y equipamiento de 9 Centros de Innovación Productiva y Transferencia Tecnológica CITE, la rendición de cuentas a través de medios digitales, la Plataforma Digital Única GEOPERÚ, la Plataforma Digital PARTICIPA PERÚ, un espacio virtual o nube pública para las Municipalidades con menores recursos económicos y 11 MAC Express[6].

Todos estos son aspectos positivos que deben ser saludados, sin embargo, queda la sensación de aún ser insuficientes y la duda de si el componente digital está adecuadamente considerado. Por ejemplo, en el caso de los CITE si realmente se convertirán en instrumentos de transferencia tecnológica digital. Lo que está claro es que no obedecen a una política general y son más bien esfuerzos sectoriales.

Un tema ausente importante y básico es el despliegue de la infraestructura y servicios de comunicaciones especialmente en el caso de la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica y los 21 proyectos regionales de redes de alta velocidad, actualmente con problemas de diverso tipo. Es necesario establecer una política efectiva de “Internet para Todos” para poder  desplegar adecuadamente el desarrollo digital.

Conclusión
Aún estamos en deuda con el desarrollo de una Política Digital de Gobierno dirigida hacia el desarrollo del país.

Aún no hay en el Estado Peruano algo que pueda denominarse Sector Digital, la estrategia mencionada en el plan más bien consagra la dispersión del sector.

La Alta Dirección del Gobierno ha presentado un avance importante en el nivel de conciencia de la revolución digital. Sin embargo, queda pendiente la comprensión cabal de su naturaleza y del impacto sobre el desarrollo del país.

En temas digitales estamos avanzando. Sin embargo, revisando la experiencia de los países de la región notamos que en forma relativa estamos retrocediendo, y es necesario acelerar en políticas, institucionalidad y proyectos.

A estas alturas y dadas las condiciones políticas, el Gobierno debería crear una Agencia Digital (se entiende que crear un Ministerio no es políticamente viable) y desarrollar una Política Digital Transversal, así como los mecanismos para su implantación. La creación de esta institucionalidad, que puede demorar hasta dos años, sería un salto cualitativo de gran ayuda para los siguientes gobiernos y para el desarrollo del país.



[3] R. Katz/C. Huamán, Elaboración de una Propuesta de Fortalecimiento de la Gestión de las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC) que impulse el Desarrollo de las TIC en el Perú, CNC, 2014
[4] Ley Orgánica del Poder Ejecutivo 
[5] Decreto Legislativo Nº 604 Ley de Organización y Funciones del Instituto Nacional de Estadística e Informática
[6] Centros de atención a los ciudadanos que reúnen a varias entidades.

miércoles, 12 de junio de 2019

Economía Digital y Economía Digitalizada


Si bien el término Economía Digital se ha estado utilizando con frecuencia en los últimos años[1], existe aún poca claridad sobre su significado y especialmente como nos afecta como país en desarrollo. Una rápida revisión del tema en el internet podría ayudarnos a entenderlo o más bien acrecentaría la confusión. El problema es que existen en realidad varios conceptos relacionados a este término y no se cuenta con una definición ampliamente aceptada. Por este motivo, es necesario presentar algunos de estos conceptos para poder vislumbrar adecuadamente su impacto sobre nuestra sociedad.
  
El proceso de cambio ocasionado por las tecnologías digitales

Denominado por algunos como Digitalización y por otros como Transformación Digital el hecho es que las tecnologías digitales están afectando todos los aspectos de nuestra vida diaria entre ellos los procesos económicos. Sin ser capaces aún de asimilarlos adecuadamente, los cambios se están presentando cada vez más aceleradamente. Los sistemas de producción no sólo se automatizan, sino que también se interrelacionan y obtienen inteligencia propia, el intercambio de bienes y servicios igualmente adquiere nuevas formas basadas totalmente en la Red y por otro lado los sistemas laborales mutan en varias modalidades, presionan por el lado de obtener las competencias necesarias e involucran serios riesgos de desplazamiento laboral y pérdida de empleo.

Los modelos de negocio (la forma como las empresas e instituciones entregan valor) cambian de ofrecer productos y servicios tradicionales a construir diversas modalidades de interrelación basadas en plataformas (consideremos los servicios de alojamiento de personas) y en el progresivo desarrollo de ecosistemas[2] (podemos ver el caso de Philips Healthcare[3]). Los propios productos son cada vez más “Smart” (por ejemplo, una cerradura digital) y no está claro ya donde termina el producto y empieza el servicio.

Es posible que algunos piensen que la digitalización (o trasformación digital) es una moda (hecho reafirmado por cómo se venden estos términos), pero revisando los impactos de ésta en la economía mundial y la evidencia clara de los tipos de compañías que predominan en el mundo actual, se puede afirmar que es un proceso firme, progresivo, en expansión y con una gran aceleración. Otros pueden pensar que es un fenómeno reciente y que hay que esperar para observar cómo evoluciona. Pero, el proceso realmente tiene décadas y en mi opinión se inicia cuando se vendió la primera computadora comercial en el año de 1951[4] (si bien muchos lo sitúan con el lanzamiento del Internet).

La Economía Digital, el Sector Digital y la Economía Digitalizada  

En forma general podemos entender la Economía como la disciplina que estudia las relaciones sociales que afectan a los procesos de producción, distribución, consumo e intercambio de bienes y servicios.[5] Las tecnologías digitales han afectado progresivamente estos procesos generando un sector digital que provee los bienes y servicios digitales (por ejemplo, computadores, servicios en la nube, aplicaciones, redes sociales, etc.) tanto a las instituciones como a los propios consumidores (ver Figura 1). Este sector digital ha sufrido una evolución y crecimiento permanente desde los primeros años de la computación y las telecomunicaciones pasando por sucesivos procesos de convergencia que la hace probablemente en la actualidad el sector de más alta relevancia. En un sentido limitado podemos indicar que la Economía Digital está ilustrada por esta interrelación de los sectores tradicionales con el sector digital, que afectan progresivamente los procesos económicos.

Fig. 1 Economía Digital y el Sector Digital (Fuente: elaboración propia)

Sin embargo, el proceso de transformación ocasionado por las tecnologías digitales (y otras complementarias) se hace más profundo y amplio, eliminado incluso las fronteras entre sectores y haciendo imprecisa la distinción entre productos o servicios digitales y los que no lo son. De esta forma, en un momento dado, la economía tendrá tantos componentes digitales que no podremos distinguirlos dando lugar a lo que en un concepto amplio podríamos denominar una Economía Digitalizada (ver figura 2). En este momento la palabra ”digital” ya no será utilizada dado la omnipresencia de estas tecnologías.

Fig. 2 Economía Digitalizada (Fuente: elaboración propia)


 
Hay que entender que este proceso no es simplemente el hecho de usar cada vez más productos y servicios digitales sino como estos transforman los procesos económicos, lo que al momento no podemos vislumbrar adecuadamente. Por ejemplo, debemos tener en cuenta el impacto del costo marginal nulo de los bienes intangibles vía Internet[6], o el hecho de considerar el uso de la información y el conocimiento como factores de producción[7]. El concepto se ilustra en la figura siguiente en donde, partiendo del sector digital clásico evolucionamos hacia una economía digitalizada creando nuevas formas de relacionamiento en los procesos económicos.

Fig. 3. La Econocmía Digital.  (Fuente: Bukht and Heets 2017, UNCTAD Information Economy Report  2017)

 
La Economía Digital en el Peru

La mayoría de los países del mundo enfrenta este proceso de transformación con políticas públicas más o menos agresivas dependiendo de sus propias características, habiendo incluso esfuerzos asociativos, tal como el “Task Force” de Economía Digital del G20.

En nuestro caso, sin embargo, no tenemos ni lejanamente una política de economía digital ni una entidad competente (es decir que tenga las competencias legales) y además capaz de definir dicha política. Los últimos esfuerzos realizados, tal como crear el Grupo Técnico de Economía Digital en el Ministerio de la Producción o el Comité de Alto Nivel por un Perú Digital, Innovador y Competitivo, son loables, pero aún insuficientes. El anuncio de emitir una Agenda Digital al Bicentenario es una buena noticia, pero queda esperar que se concrete y que obedezca a un real proceso multiestamentario. Lo que si se ha presentado notoriamente son las reacciones ante los aspectos más visibles de esta economía, como los intentos de limitar los erróneamente llamados taxis aplicativos o el uso compartido de patinetas. Enfocados en criterios tradicionales, no entendemos los procesos detrás de estos casos y en consecuencia, no podemos facilitar y promover su uso adecuadamente.

No hay escape a la economía digital y a la economía digitalizada, el tema es como lo enfrentamos. Es necesario establecer un consenso sobre este proceso y crear los mecanismos institucionales con empoderamiento y recursos. Si no hacemos nada o muy poco, nuestro desarrollo se estancará (como ya está sucediendo), perderemos puestos de trabajo, y se concentrará el poder y la riqueza acentuando la desigualdad en nuestro país, sino, preguntémonos porque sólo hay patinetas digitales en San Isidro y Miraflores.


[1] El término fue difundido a partir del libro de Don Tapscott de 1997: “The digital economy : promise and peril in the age of networked intelligence”.
[2] Entidades formadas por grupos de empresas que no pertenecen a una sola organización que implican: redes de cambios, relaciones semi permanentes, flujos de datos, servicios y dinero; combinando aspectos de competencia y colaboración, que involucran cierto nivel de complementariedad, y que coevolucionan a través del tiempo (MIT Sloan, The Myths and Realities of Business Ecosystems)
[3] Quien realmente tienen 3 ecosistemas. El de innovación, el de suministro a hospitales y el tercero basado en una aplicación de telesalud respaldada por múltiples socios de atención médica digital.
[4] Según Wikipedia, el 31 de Marzo de 1951 se entregó la UNIVAC I (UNIVersal Automatic Computer I) a la oficina del censo de los Estados Unidos. Sin embargo, en febrero de 1951 el Ferranti Mark I (Manchester Electronic Computer) fue entregado a la Universidad de Mánchester del Reino Unido, con lo que sería realmente la primera computadora comercial.
[6] Towards a Zero Marginal Cost Economy, Laurent Fournier, https://arxiv.org/pdf/1405.2051.pdf