miércoles, 12 de junio de 2019

Economía Digital y Economía Digitalizada


Si bien el término Economía Digital se ha estado utilizando con frecuencia en los últimos años[1], existe aún poca claridad sobre su significado y especialmente como nos afecta como país en desarrollo. Una rápida revisión del tema en el internet podría ayudarnos a entenderlo o más bien acrecentaría la confusión. El problema es que existen en realidad varios conceptos relacionados a este término y no se cuenta con una definición ampliamente aceptada. Por este motivo, es necesario presentar algunos de estos conceptos para poder vislumbrar adecuadamente su impacto sobre nuestra sociedad.
  
El proceso de cambio ocasionado por las tecnologías digitales

Denominado por algunos como Digitalización y por otros como Transformación Digital el hecho es que las tecnologías digitales están afectando todos los aspectos de nuestra vida diaria entre ellos los procesos económicos. Sin ser capaces aún de asimilarlos adecuadamente, los cambios se están presentando cada vez más aceleradamente. Los sistemas de producción no sólo se automatizan, sino que también se interrelacionan y obtienen inteligencia propia, el intercambio de bienes y servicios igualmente adquiere nuevas formas basadas totalmente en la Red y por otro lado los sistemas laborales mutan en varias modalidades, presionan por el lado de obtener las competencias necesarias e involucran serios riesgos de desplazamiento laboral y pérdida de empleo.

Los modelos de negocio (la forma como las empresas e instituciones entregan valor) cambian de ofrecer productos y servicios tradicionales a construir diversas modalidades de interrelación basadas en plataformas (consideremos los servicios de alojamiento de personas) y en el progresivo desarrollo de ecosistemas[2] (podemos ver el caso de Philips Healthcare[3]). Los propios productos son cada vez más “Smart” (por ejemplo, una cerradura digital) y no está claro ya donde termina el producto y empieza el servicio.

Es posible que algunos piensen que la digitalización (o trasformación digital) es una moda (hecho reafirmado por cómo se venden estos términos), pero revisando los impactos de ésta en la economía mundial y la evidencia clara de los tipos de compañías que predominan en el mundo actual, se puede afirmar que es un proceso firme, progresivo, en expansión y con una gran aceleración. Otros pueden pensar que es un fenómeno reciente y que hay que esperar para observar cómo evoluciona. Pero, el proceso realmente tiene décadas y en mi opinión se inicia cuando se vendió la primera computadora comercial en el año de 1951[4] (si bien muchos lo sitúan con el lanzamiento del Internet).

La Economía Digital, el Sector Digital y la Economía Digitalizada  

En forma general podemos entender la Economía como la disciplina que estudia las relaciones sociales que afectan a los procesos de producción, distribución, consumo e intercambio de bienes y servicios.[5] Las tecnologías digitales han afectado progresivamente estos procesos generando un sector digital que provee los bienes y servicios digitales (por ejemplo, computadores, servicios en la nube, aplicaciones, redes sociales, etc.) tanto a las instituciones como a los propios consumidores (ver Figura 1). Este sector digital ha sufrido una evolución y crecimiento permanente desde los primeros años de la computación y las telecomunicaciones pasando por sucesivos procesos de convergencia que la hace probablemente en la actualidad el sector de más alta relevancia. En un sentido limitado podemos indicar que la Economía Digital está ilustrada por esta interrelación de los sectores tradicionales con el sector digital, que afectan progresivamente los procesos económicos.

Fig. 1 Economía Digital y el Sector Digital (Fuente: elaboración propia)

Sin embargo, el proceso de transformación ocasionado por las tecnologías digitales (y otras complementarias) se hace más profundo y amplio, eliminado incluso las fronteras entre sectores y haciendo imprecisa la distinción entre productos o servicios digitales y los que no lo son. De esta forma, en un momento dado, la economía tendrá tantos componentes digitales que no podremos distinguirlos dando lugar a lo que en un concepto amplio podríamos denominar una Economía Digitalizada (ver figura 2). En este momento la palabra ”digital” ya no será utilizada dado la omnipresencia de estas tecnologías.

Fig. 2 Economía Digitalizada (Fuente: elaboración propia)


 
Hay que entender que este proceso no es simplemente el hecho de usar cada vez más productos y servicios digitales sino como estos transforman los procesos económicos, lo que al momento no podemos vislumbrar adecuadamente. Por ejemplo, debemos tener en cuenta el impacto del costo marginal nulo de los bienes intangibles vía Internet[6], o el hecho de considerar el uso de la información y el conocimiento como factores de producción[7]. El concepto se ilustra en la figura siguiente en donde, partiendo del sector digital clásico evolucionamos hacia una economía digitalizada creando nuevas formas de relacionamiento en los procesos económicos.

Fig. 3. La Econocmía Digital.  (Fuente: Bukht and Heets 2017, UNCTAD Information Economy Report  2017)

 
La Economía Digital en el Peru

La mayoría de los países del mundo enfrenta este proceso de transformación con políticas públicas más o menos agresivas dependiendo de sus propias características, habiendo incluso esfuerzos asociativos, tal como el “Task Force” de Economía Digital del G20.

En nuestro caso, sin embargo, no tenemos ni lejanamente una política de economía digital ni una entidad competente (es decir que tenga las competencias legales) y además capaz de definir dicha política. Los últimos esfuerzos realizados, tal como crear el Grupo Técnico de Economía Digital en el Ministerio de la Producción o el Comité de Alto Nivel por un Perú Digital, Innovador y Competitivo, son loables, pero aún insuficientes. El anuncio de emitir una Agenda Digital al Bicentenario es una buena noticia, pero queda esperar que se concrete y que obedezca a un real proceso multiestamentario. Lo que si se ha presentado notoriamente son las reacciones ante los aspectos más visibles de esta economía, como los intentos de limitar los erróneamente llamados taxis aplicativos o el uso compartido de patinetas. Enfocados en criterios tradicionales, no entendemos los procesos detrás de estos casos y en consecuencia, no podemos facilitar y promover su uso adecuadamente.

No hay escape a la economía digital y a la economía digitalizada, el tema es como lo enfrentamos. Es necesario establecer un consenso sobre este proceso y crear los mecanismos institucionales con empoderamiento y recursos. Si no hacemos nada o muy poco, nuestro desarrollo se estancará (como ya está sucediendo), perderemos puestos de trabajo, y se concentrará el poder y la riqueza acentuando la desigualdad en nuestro país, sino, preguntémonos porque sólo hay patinetas digitales en San Isidro y Miraflores.


[1] El término fue difundido a partir del libro de Don Tapscott de 1997: “The digital economy : promise and peril in the age of networked intelligence”.
[2] Entidades formadas por grupos de empresas que no pertenecen a una sola organización que implican: redes de cambios, relaciones semi permanentes, flujos de datos, servicios y dinero; combinando aspectos de competencia y colaboración, que involucran cierto nivel de complementariedad, y que coevolucionan a través del tiempo (MIT Sloan, The Myths and Realities of Business Ecosystems)
[3] Quien realmente tienen 3 ecosistemas. El de innovación, el de suministro a hospitales y el tercero basado en una aplicación de telesalud respaldada por múltiples socios de atención médica digital.
[4] Según Wikipedia, el 31 de Marzo de 1951 se entregó la UNIVAC I (UNIVersal Automatic Computer I) a la oficina del censo de los Estados Unidos. Sin embargo, en febrero de 1951 el Ferranti Mark I (Manchester Electronic Computer) fue entregado a la Universidad de Mánchester del Reino Unido, con lo que sería realmente la primera computadora comercial.
[6] Towards a Zero Marginal Cost Economy, Laurent Fournier, https://arxiv.org/pdf/1405.2051.pdf